ENTREVISTA DE MARINA SÁNCHEZ PARA BEATRIZ ALONSO ARANZÁBAL (febrero 2018) SOBRE LA MOVIDA
1. ¿Cómo diría que empezó la Movida y por qué motivo?
Cuando la Movida fue bautizada como tal, a principios de los años 80, el movimiento subterráneo de efervescencia creativa y musical ya estaba dejando paso a la profesionalización de un mundo de inquietos jóvenes que exploraron en diferentes campos: música, fotografía, periodismo, escritura, pintura, comics, cine, teatro, moda, etc. Previamente, desde la desaparición de la dictadura en España a mediados de los años 70, la música aglutinaba a los jóvenes donde hubiera conciertos (colegios mayores, pubs, parques, etc.), y era un eje importante del ocio. Desde el rock duro hasta nuevas formas musicales emergentes (y en muchos casos importadas de Inglaterra y Estados Unidos), la música que se escuchaba principalmente en la radio, en directo y a través de los discos de vinilo se convirtió en la excusa perfecta para darse a conocer, relacionarse y crear y difundir actitudes en la población más joven. Había ganas de modernizarse (aunque este término, "moderno", se usara más bien en modo despectivo), de divertirse, de rebelarse, de distinguirse, pero sobre todo de buscar nuevas formas de vivir y enfocar la vida.
2. ¿Podría describir el ambiente que se vivía en “el Madrid de los 80”? La gente, las calles, los bares, etc. ¿Cómo fue sentir aquello?
Durante un tiempo se vivió una insólita sensación de libertad, que sin embargo a menudo se veía contrarrestada por la prensa más conservadora, que atacaba ciertas manifestaciones juveniles demasiado “irreverentes” o “provocadoras”. Durante la Transición democrática se vivieron momentos de tensión que tuvieron su culminación en el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981. Los más jóvenes arremetían contra el rock protesta y el rock virtuoso, y buscaban la trepidación de canciones rápidas y potentes, al estilo de los Ramones o de los Sex Pistols, o bien experimentaban con el tecno, el ska, el pop, etc. Al principio era complicado salir a la calle con atuendos llamativos, porque había muy poca gente que lo hiciera, pero servía para identificar a quienes se movían en la misma onda. Luego empezó a hacerse popular y a masificarse, y fue cuando ya la Movida como tal, y como se conoce actualmente, quedó asentada durante unos años. Durante unos años el ambiente fue festivo y en ocasiones gamberro, en un sentido benévolo del término. En mi documental, precisamente, trato de que algunas personas que lo vivieron directamente transmitan esas emociones y esa actitud a quienes lo están conociendo ahora.
3. La Movida no fue exclusivamente música, sino cultura en general incluyendo áreas como el cine, la prensa o la fotografía. En la mesa redonda que tuvo lugar en las salas Odeon (Elche), comentó que por aquel entonces los fanzines eran muy importantes para que la gente pudiera enterarse de lo que ocurría, ya que no existían vías como por ejemplo Twitter. Teniendo esto en cuenta, ¿qué diría que supuso, en su momento, que naciera dicho tipo de prensa?
Los fanzines eran el método libre y sin cortapisas de compartir todo lo que estaba ocurriendo entre los jóvenes. Además, gracias a las fotografías, era una manera de poner rostro a los grupos asi como a gente que pululaba por los sitios de encuentro. Eran artesanales, se hacían escribiendo con máquina de escribir casera y grapando las fotocopias. Se vendían en el Rastro, y en algunas tiendas de discos o pubs. Yo misma realicé mi primer trabajo de campo en la carrera de Psicología (curso 1981/9182, para la asignatura de Antropología) sobre los fanzines, explicando qué eran y describiendo el inicio y desarrollo de uno en particular que fue muy popular: Ediciones Moulinsart.
4. ¿Los fanzines abrieron camino a que se pudiera realizar y difundir otro tipo de prensa a la que España estaba acostumbrada? Es decir, si supusieron una vía hacia una mayor libertad en cuanto a publicaciones se refiere, tanto en contenido como en formato.
No sé si tuvieron influencia en la prensa de verdad, se quedaron en un nivel más anecdótico y testimonial, en todo caso seguramente inspiraron a las nuevas revistas que surgieron al calor de la Movida: Madriz, La Luna de Madrid, Madrid Me mata, etc. que incluían cómics e ilustraciones como solían hacer los fanzines, sobre todo el primigenio Kaka de luxe.
5. ¿Hay algunos aspectos propios de los fanzines que reconozca en la prensa actual?
Un aspecto muy interesante de los fanzines es que hacían crítica de grupos, dicos y conciertos con total libertad, con mayor o menor entuasiasmo, pero sin convertir estas publicaciones en meras hojas promocionales de artistas. Algunos fanzines muy divertidos como La Pluma Electrica o 96 Lágrimas ironizaban y jugaban a contar “chismes” de la escena madrileña nuevaolera.
6. ¿Cuál considera que ha sido el legado más significativo e importante que ha dejado esta época?
Creo que es importante destacar que las inquietudes artísticas, culturales y humanas deben buscar su espacio más allá de las facilidades que da todo “lo establecido”. Que la inspiración puede conducirnos a proponer nuevas fórmulas y sorprender y dar lugar a interesantes propuestas. Que la libertad es tratar de ser uno mismo y no imponerse a nadie. Que todas las tribús pueden convivir, y divertirse a la vez.
7. Uno de los aspectos que más destaca de aquel tiempo es la actitud de aquellos que le dieron vida. En la actualidad, ¿se podría llegar a dar una “nueva Movida” de la misma categoría que la que tuvo lugar en los 80?
Los tiempos cambian y los avances tecnológicos modifican sustancialmente el estilo de vida, de información y comunicación. Los nuevos fenómenos propios de este siglo XXI suscitan actitudes, reacciones y comportamientos, a nivel individual y social, inéditos. Lo importante es conocer y no olvidar el pasado, y en concreto esos aspectos esenciales que caracterizaron ese amplio, heterogéneo y efímero movimiento cultural que fue la Movida.
Entrevista a Beatriz Alonso Aranzábal del grupo “Los Monaguillosh” de Victor Portella
P: He sabido que usted entró en el grupo después de visitarlos en varias ocasiones en un local de Pozuelo primero como espectadora y después como amiga. ¿Cómo se lo tomó cuando se lo propusieron? ¿Tenía ambición? ¿Lo veía complicado?
R: Nos hicimos amigos por una anécdota que precipitó una relación más estrecha. Les conocía como grupo mod y pop, y una tarde de verano en 1981 me encontré en el portal de casa con Jaime Munárriz, el bajista y fundador del grupo (su tía era vecina mía). Empecé a verles ensayar en el local de Pozuelo, que era un almacén del padre de Jaime, fundador de la editorial Hiperión. Al cabo de los meses me invitaron a tocar en el grupo, una propuesta que acogí con mucha ilusión. Era una época en que los jóvenes formábamos grupos que podían ser efímeros, pero nos divertíamos con las ocurrencias en cuanto a nombres, canciones, poses y actitudes (de todo esto nos enterábamos gracias a los fanzines). Era un reto para mí, pero resultó ser apasionante aprender a introducir melodías y efectos en la música que empezamos a componer juntos. Con mi incorporación y la del nuevo batería, Ricardo, el grupo dio un giro importante y se convirtió en la banda que grabó 2 discos sencillos y participó en varios programas de radio y televisión. Al principio sentía vergüenza cuando se escuchaba mi teclado por encima de los demás, por la inseguridad que tenía en mí misma, pero pronto empecé a disfrutar y a sentirme orgullosa de mi aportación.
P: Una vez entró en Los Monaguillosh, ¿dejó de lado todo lo que estaba haciendo, para dedicarse por entero a la banda? ¿O, por el contrario, compaginó la vida que llevaba anteriormente con esta nueva experiencia? Con esto me refiero a que si el entrar en el grupo supuso un cambio en su vida. Supongo que al estar en la Universidad, no le debió afectar plenamente porque debía seguir estudiando pero ¿cuál era su frecuencia de trabajo con la banda?, ¿se lo tomaba seriamente?
R: Cuando entré en el grupo había terminado el primer curso de la carrera de Psicología. Los ensayos, conciertos y compromisos incidían en mis estudios. Mis compañeros también estudiaban todos en la universidad. Me quedaron asignaturas pendientes, y aprovechando un cambio de Plan de Estudios en la Facultad, decidí repetir y adaptarme. Pero me di cuenta de que tenía muy difícil compatibilizar música y carrera, y me decanté por seguir mis estudios.
P: Una pregunta directa. Cuándo actuaba y se encontraba en la tarima tocando delante de jóvenes como usted, ¿qué sentía? Es cierto que durante aquella época cualquiera formaba un grupo sin tener apenas nociones de música. Simplemente se subían a la tarima y “soltaban” cuatro canciones creando atmosferas totalmente nuevas y provocativas. ¿Cómo recuerda aquellos conciertos de gente inexperta en la música que iba a pasárselo bien?
R: Imagínate la sensación de estar frente a tus amigos, con tus propuestas, con la energía que teníamos, con la intensidad de los sonidos y de la puesta en escena. No había otro objetivo que compartir todo eso. La música era ante todo diversión.
P: He podido leer también que durante 1983, la emergente discográfica “Dos Rombos” les dio la oportunidad de publicar su primer disco, que se tituló “Los Monaguillosh (Dos Rombos, 1983)”. En la cara A publicaron su mayor éxito “Voces en la Jungla”, y en la cara B “Bocas de una Araña” y “De Madam”. Este hecho resulta un gran logro y obviamente es motivo de orgullo. ¿Cómo lo vivió usted? ¿Qué impresiones tuvo, qué sintió? ¿Lo festejaron?
R: Fuimos a grabar el disco a un estudio de grabación muy sencillo, en un pueblo próximo a Madrid (Mejorada del Campo). Creo que lo grabamos en una semana. Fue una experiencia muy interesante, un mundo nuevo para mí. Y después el lanzamiento conllevó entrevistas, sesiones de fotos, e incluso rodamos un videoclip.
P: Pero en diciembre del 1983 dejó la banda. ¿Por qué? ¿Qué motivos le hicieron tomar esta decisión?
R: El último concierto en que toqué, en diciembre de 1983, coincidió con un examen de Estadística, que a pesar del madrugón después de haber tocado de noche, aprobé. Sin embargo no volví a ensayar y de alguna manera me despedí del grupo esperando, no obstante, no despedirme de la música.
P: Durante sus dos años en la banda. ¿Qué es de lo que disfrutó más con su grupo? ¿Qué momentos anecdóticos recuerda?
R: Lo más importante fue lo bien que nos lo pasábamos juntos, nos divertíamos mucho con las ocurrencias de unos y otros, nuestro círculo era muy amplio, con muchos amigos (algunos habían tocado en grupos), y cuando salíamos a tocar por ahí era una experiencia increíble. Piensa que apenas teníamos 19 años. Por ejemplo, el día que grabamos el videoclip de Voces en la Jungla fue increíble enfrentarnos a nuestra imagen en un monitor, con efectos especiales que nos hacían parecer personajes de comic.
P: Sé que ha seguido creando música por sí sola, después de abandonar la banda en 1983 poco antes de que se disolviera por completo. Cuando empezó a componer, ¿quiénes consideran que fueron sus ídolos e inspiraciones dentro de la nueva ola? ¿Y fuera de ella, es decir, internacionalmente?
R: Mi inspiración a principios de los ochenta era la música afterpunk (Siouxsie, Magazine, Cure, Killing Joke, etc.), pero cuando me puse a componer lo hacía con teclados y caja de ritmos y los sonidos obtenidos eran más bien tecno, aunque eso sí, tirando a intensos y repetitivos. Dentro de la nueva ola mis preferencias fueron desde Paraíso y Alaska a los Pegamoides a Parálisis Permanente, Radio Futura, Aviador Dro o Décima Víctima.
P: He visto también que usted ha decidido entrar en el mundo de los cortometrajes. ¿Por qué y cuándo decidió dedicarse al cine y a la creación audiovisual? ¿Fue una decisión que solo tomó usted o la animaron?
R: Cuando componía yo sola con mi teclado, pensaba que algún día podría hacer música para el cine. Pero cuando mi actividad profesional como psicóloga me absorbió y me apartó de mis aspiraciones musicales, empecé a descubrir el placer de escribir y de hacer guiones. Intenté tener alguna oportunidad en el mundo audiovisual profesional, pero sin éxito. Asi que me lancé a realizar yo sola mis proyectos audiovisuales. Y dadas las buenas críticas que siempre he recibido, he seguido por ese camino. Mis cortometrajes se pueden ver en Youtube.
P: Ahora pasemos más a una cuestión histórica y social. Usted, que vivió y participó en la “Movida Madrileña” (que fue bautizada así más tarde una vez ya había acabado) ¿Cree que fue un centro aislado de aquel fermento pop inglés y americano que revolucionó el mundo, o por el contrario, cree que se trató de una prolongación de aquel tipo de música en España?
R: En todas partes hubo una gran efervescencia musical, no solo en Madrid, y aunque nos inspiraban grupos y artistas de fuera, lo que se desarrolló en nuestro país tenía características propias y autóctonas y quizás esa fue una de las claves del fenómeno: nadie cantaba en inglés, las letras se entendían y muchas tendían a ser provocativas o irreverentes.
P: Una vez ya ha establecido lo que fue según usted, ¿Cómo cree que ha afectado a nuestro país en el futuro? (dejando por sentado que ha afectado de alguna forma innegablemente) ¿Sigue afectándonos? ¿Según usted, podría afirmar que hay un antes y un después de ella?
R: Creo que aquella ola creativa, intensa, breve y efímera, dejó un poso de canciones, propuestas estéticas y artísticas que tienen un valor cultural y forman parte de nuestra historia. Hay quien reniega, o denigra, pero su influencia no se puede negar.
P: Usted, que es madrileña y vivió la “Movida”, ¿Cómo lo recuerda? ¿Qué es para usted la nueva ola? ¿Qué papel ha jugado en su vida? Y enlazándola con la siguiente pregunta. Y reitero de nuevo que además de vivirla, participó y contribuyó a ella. ¿Cuál era la necesidad de manifestarse? (Me gustaría que respondiera a nivel personal y si pudiera ser a nivel general. Es decir, ¿Por qué cree que sucedió? ¿Qué fue lo que animó a los jóvenes a seguir una estética pop que ya había sucedido en el resto del mundo anteriormente?) Como revolución social y cultural que fue, ¿A qué criticaba, si criticaba a algo o a alguien? Lo digo porque Franco ya había muerto y todo se había encarrilado hacia una democracia plena. ¿Se quería romper con la moda “progre” que había surgido o marcar aún más el cambio de la dictadura?
R: (Para esta pregunta te adjunto respuestas que he dado a otros estudiantes que me han pedido lo mismo).
Cuando la Movida fue bautizada como tal, a principios de los años 80, el movimiento subterráneo de efervescencia creativa y musical ya estaba dejando paso a la profesionalización de un mundo de inquietos jóvenes que exploraron en diferentes campos: música, fotografía, periodismo, escritura, pintura, comics, cine, teatro, moda, etc. Previamente, desde la desaparición de la dictadura en España a mediados de los años 70, la música aglutinaba a los jóvenes donde hubiera conciertos (colegios mayores, pubs, parques, etc.), y era un eje importante del ocio. Desde el rock duro hasta nuevas formas musicales emergentes (y en muchos casos importadas de Inglaterra y Estados Unidos), la música que se escuchaba principalmente en la radio, en directo y a través de los discos de vinilo se convirtió en la excusa perfecta para darse a conocer, relacionarse y crear y difundir actitudes en la población más joven. Había ganas de modernizarse (aunque este término, "moderno", se usara más bien en modo despectivo), de divertirse, de rebelarse, de distinguirse, pero sobre todo de buscar nuevas formas de vivir y enfocar la vida.
Durante un tiempo se vivió una insólita sensación de libertad, que sin embargo a menudo se veía contrarrestada por la prensa más conservadora, que atacaba ciertas manifestaciones juveniles demasiado “irreverentes” o “provocadoras”. Durante la Transición democrática se vivieron momentos de tensión que tuvieron su culminación en el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981. Los más jóvenes arremetían contra el rock protesta y el rock virtuoso, y buscaban la trepidación de canciones rápidas y potentes, al estilo de los Ramones o de los Sex Pistols, o bien experimentaban con el tecno, el ska, el pop, etc. Al principio era complicado salir a la calle con atuendos llamativos, porque había muy poca gente que lo hiciera, pero servía para identificar a quienes se movían en la misma onda. Luego empezó a hacerse popular y a masificarse, y fue cuando ya la Movida como tal, y como se conoce actualmente, quedó asentada durante unos años. Durante unos años el ambiente fue festivo y en ocasiones gamberro, en un sentido benévolo del término. En mi documental, precisamente, trato de que algunas personas que lo vivieron directamente transmitan esas emociones y esa actitud a quienes lo están conociendo ahora.
¿Cuál considera que ha sido el legado más significativo e importante que ha dejado esta época?
Creo que es importante destacar que las inquietudes artísticas, culturales y humanas deben buscar su espacio más allá de las facilidades que da todo “lo establecido”. Que la inspiración puede conducirnos a proponer nuevas fórmulas y sorprender y dar lugar a interesantes propuestas. Que la libertad es tratar de ser uno mismo y no imponerse a nadie. Que todas las tribús pueden convivir, y divertirse a la vez.
Uno de los aspectos que más destaca de aquel tiempo es la actitud de aquellos que le dieron vida. En la actualidad, ¿se podría llegar a dar una “nueva Movida” de la misma categoría que la que tuvo lugar en los 80?
Los tiempos cambian y los avances tecnológicos modifican sustancialmente el estilo de vida, de información y comunicación. Los nuevos fenómenos propios de este siglo XXI suscitan actitudes, reacciones y comportamientos, a nivel individual y social, inéditos. Lo importante es conocer y no olvidar el pasado, y en concreto esos aspectos esenciales que caracterizaron ese amplio, heterogéneo y efímero movimiento cultural que fue la Movida.
P: Está claro que lo más importante para que tuviera lugar este movimiento fue la población en sí. Pero, ¿qué opina de la figura del ex-alcalde socialista Tierno Galván? Leí un artículo que afirmaba lo siguiente: “Tierno Galván, el alcalde comunista que colocó a Madrid”.
R: La figura de Tierno Galván se está utilizando como arma arrojadiza, y creo que merece un respeto como buen alcalde de Madrid que fue. Durante su mandato la capital fue una ciudad acogedora para todo el que venía, en la que el río Manzanares volvió a ser limpio y a tener patos. Desde mi punto de vista, cuando dijo aquella famosa frase de “colocarse y al loro”, abriendo un gran concierto, solo pretendía que la gente ocupara sus asientos en el enorme Palacio de los Deportes. Pero sus enemigos consideran que incitaba al consumo de drogas. Un absurdo, para mí.
P: La “Movida” trajo obviamente modernidad social, cultural… al país. Fue muy importante, pero también se debe hablar de forma clara sobre cualquier asunto y mostrar todas sus caras, porque si no, no se tiene una visión real de ello y se magnifica. Por tanto, me gustaría que respondiera a dos preguntas: ¿Cómo de importante es la Movida para España socialmente? Pero también trae el consumismo de droga y la libertad sexual, ¿Qué diría?
R: Todos los fenómenos sociales tienen muchas caras, el de la Movida es otro de los que tienen detractores y admiradores. Pero la cuestión es a qué nos referimos con la Movida. Durante un tiempo se acotó a ciertos grupos musicales triunfadores, a Almodóvar, a la moda, a pintores y fotógrafos… Pero fue un fenómeno mucho más amplio, que surgió de unas ganas de modernidad que el país necesitaba. El consumo de drogas y la libertad sexual son fenómenos sociológicos que se deben analizar con detenimiento y conocimiento. Aunque se asocien con una parte de la Movida, van mucho más allá obviamente.
P: También quería preguntarle sobre el movimiento en sí. Me refiero a que si cree que apareció y se mantuvo estático o por lo contrario, progresó y evolucionó.
R: Fue un movimiento tan amplio y con tantas ramificaciones que es difícil reducirlo a cuatro nombres, a cuatro lugares y a cuatro momentos. Y a la vez duró pocos años porque en cuanto se profesionalizó perdió sus características principales: espontaneidad, experimentación, libertad total.
P: Pasamos a una cuestión un tanto polémica y que sé que molesta mucho a los de la época. ¿Por qué la llamaron “La Movida”? Yo he llegado a leer que se llamó así porque los jóvenes proponían salir de fiesta diciendo “Hey, ¿Vamos de movida?”. Aunque realmente era un movimiento que seguía la new wave, el punk, la música electrónica alemana…
R: Movida era una palabra de uso común, que se refería a cuando había jaleo (por ejemplo, con la policía…). Empezaron a moverse tantas cosas y tanta gente que se empezó a denominar así, entre periodistas musicales y locutores de radio.
P: Una pregunta sobre la estética. Durante el movimiento se popularizó un tipo de vestimenta claramente punky. Con el paso del tiempo se ha perdido, porque las modas cambian, es irremediable. Pero aquel tipo de vestimenta, que luchaba por un cierto parecido entre ambos sexos, hoy se ha visto suplantada volviendo a una gran y clara diferenciación: vestidos muy llamativos y pelo largo en las mujeres, y colores oscuros y pelo bien cortadito en hombres. ¿Opina que aquello que se había conseguido en aquella revolución pop en contra de la música rock progresiva, se ha perdido y ha provocado que se retroceda en la igualdad de sexo? ¿Cree que lo ha provocado más la condición de “macho” del hombre o la de “la mujer objeto” de la mujer?
R: Yo echo de menos esos cortes de pelo en las chicas, tan favorecedores, chic y divertidos. Creo que tanta melena en ellas es aburrida, pero son los tiempos. No hemos retrocedido en los avances por la igualdad entre mujeres y hombres, hay una libertad enorme para vestir, para salir, para tomar decisiones y hacer lo que se quiera. Lástima que seamos menos innovadores y vistamos con tanta uniformidad.
P: Retomando la pregunta sobre la estética, ¿Qué opinas sobre la moda que había durante la nueva ola?
R: La moda no existía, te tenías que inventar tus pintas, cogiendo ropa antigua, de segunda mano, de tiendas baratas, y añadiendo complementos que también te inventabas. Vestir era un entretenimiento y un desafío, salir a la calle con pintas modernas te hacía parecer un bicho raro. En unos años aparecieron Zara, Mango y este tipo de tiendas que facilitaron encontrar ropa interesante a buen precio y ahí la estética supuestamente moderna empezó a estar accesible y a ser masiva.
P: También quería preguntarle sobre un tema que es de máxima polémica. Hoy en día la música ha dejado de tener aquel poder de crear movimientos populares consistentes y con pensamientos revolucionarios. Es decir, que ha perdido aquel perfil crítico con el que se pretendía provocar la reflexión. Considero que fue el conocidísimo “Mainstream” el hecho que provocó que la música dejara de tener ese poder. Los intentos de crear aquella música crítica no conseguían acaparar tanto como la música comercial, y acabó imponiéndose. ¿Qué opina sobre ello? ¿Coincide conmigo? Además, durante estos años ha vuelto a surgir una peor versión de la música disco de los ’70 que acapara hoy el mercado. ¿Cree que se podría volver a desarrollar una música como la de los ’60, ’70 y primera mitad de los ’80, en la que se haga una crítica razonada? Por lo menos siempre quedará el dicho: “Tiempos anteriores, siempre fueron mejores”.
R: El arte no debe ser vehículo de ideologías, en mi opinión, sino provocar el pensamiento crítico y activar nuestras emociones. Por eso la música no tiene por qué ser reivindicativa o propagandística. La música es un reflejo de los tiempos que se viven y de las inquietudes de quienes se deciden a crearla. Con los tiempos que nos toca vivir es con los que debemos sacar lo mejor de nosotros, ya sea en el arte, la cultura, la ciencia, la música… Buscar y reconocer las propuestas originales, y obviar lo que no tiene valor, nos permitirá disfrutar de la excitación que el talento aporta.
P: La esencia de la nueva ola, antes de que se desarrollara por completo el mainstream, era la de crear música provocadora, con una estética innovadora, ser políticamente incorrecto, vivir intensamente lo que se hacía, salir a pasárselo bien sin apenas nada… En definitiva, disfrutar del momento, no preocuparse del futuro más allá del mañana o del pasárselo bien. En su documental se afirma que fue “una etapa de irresponsabilidad buscada”. ¿Lo echa de menos? ¿Cree que era la forma “buena” de divertirse, aunque tuviera muchos peligros?
R: No juzgaría si fue “bueno” o “malo”, todo depende del contexto, y cada cual lo vivió de una manera. Y lo vivió poco tiempo, porque las responsabilidades nos estaban esperando a la vuelta de la esquina. En aquella época, a partir de los 18 años los jóvenes se planteaban irse de casa, y lo hacían, viviendo sin lujos pero con independencia de la familia. Era otra forma de afrontar la vida, propia de un siglo que hemos dejado atrás.
P: Usted afirma en su documental “De Un Tiempo Libre A Esta Parte” que para usted la nueva ola acaba cuando se produjo el incendio del Alcalá 20. Para otros fue cuando murió el cantante Eduardo Benavente, otros cuando cerraron el Rock-Ola… He deducido que el movimiento se fue desintegrando a medida que sucedían hechos impactantes, sorprendentes y trágicos y suponían la pérdida de alguien importante o de algo emblemático. ¿Cree que se iba dejando por la decepción o porque se daban cuenta de que aquella época era divertida pero era muy peligrosa a la vez?
R: Los hechos impactantes te devolvían a la mera realidad, la cual era que tenías que seguir con tu vida y tomar decisiones, que afectaban a tu tiempo libre. Sobre todo cuando te ponías a trabajar, o formabas una familia… No fue una época peligrosa en absoluto, a menos que eligieras correr riesgos, y eso era una opción personal, que por supuesto mucha gente eligió, asi como otra mucha eligió emprender determinados caminos profesionales o personales.
P: Última pregunta. Muy personal. ¿Cómo disfrutó más; contribuyendo al movimiento o viviéndola como una espectadora más que salía a pasárselo bien?
R: De las dos formas, viví sensaciones muy satisfactorias como creadora y también lo pasé muy bien en muchos conciertos. No obstante, como todo adolescente, en el fondo siempre había dudas, inseguridad, y en ocasiones tristeza por los desengaños amorosos y esas cuestiones tan humanas… (😊).
BEATRIZ ALONSO ARANZÁBAL 1 de agosto 2018
Entrevista para Pedro José Pérez Frutos (Portal nuevaola80, 16 noviembre 2019)
Para empezar, pregunta obligada ¿Qué te movió a realizar ‘De un un tiempo libre a esta parte’?
Las nuevas tecnologías del siglo XXI facilitaron el reencuentro virtual de mucha gente que vivimos el surgimiento de la Movida. Me preguntaba cómo estarían esas personas, si la música formaría parte aún de sus vidas y cómo recordaban esa adolescencia musical. Por otro lado quería transmitir la emoción que vivimos muchos jóvenes durante la Transición, con sensaciones de libertad que nos movieron a ser creativos, ocurrentes y atrevidos.
En el documental aparece gente que no suele ser asidua de este tipo de metrajes, tales como Marta Cervera (Aviador Dro), Arturo Lanz (Esplendor Geométrico), Clara Morán (Oviformia SCI) o Rep (Alphaville) ¿Por qué estos y no otros?
Precisamente porque no quería que siempre hablaran los mismos. Quería aportar la visión de otras personas que estuvieron en primera línea pero que solían quedar a la sombra en detrimento de los cantantes de los grupos: aparecen bajistas, guitarristas, bateristas, coristas, teclistas… Y por supuesto quería que aparecieran también las mujeres, que formamos parte de todo aquellos a la par y sin complejos. Hombres y mujeres vivimos la movida en igualdad de condiciones.
Después de 4 años, ¿Cómo resumirías el resultado de la cinta (ventas, aceptación, repercusión,…)?
La difusión es lenta porque depende solo de mí , pero es muy satisfactoria porque su visionado siempre sorprende y agrada. El dvd se vende a cuentagotas, pero sigue teniendo demanda. Resulta de especial interés para jóvenes que descubren otra visión de aquella época y para quienes lo vivieron, porque pueden rememorar música y fotografías que han trascendido menos, pero han sido igualmente importantes. Es un documento importante para conocer testimonios de primera mano de quienes vivieron aquella época, con honestidad y huyendo de la pose o vanagloria.
Hablemos de Los Monaguillosh. En el documental se habla de tu incorporación como teclista al grupo, cuando pasas de fan a miembro ¿Cómo fue todo aquello?
Sería muy largo contarlo aquí, y precisamente se lo conté al periodista y escritor Pablo Martinez Vaquero que acaba de publicar un libro imprescindible para conocer de cerca, con el rigor que aportan los propios protagonistas, las principales bandas de afterpunk en España, incluidos los Monaguillosh: NegrOscuro (Milenio, 2019). Brevemente te diré que en el 82 me incorporé al grupo, y que fue en ese año cuando se estableció la formación definitiva que grabó los discos y tuvo varias apariciones en la televisión y la radio.
Los Monaguillosh con considerados, en determinadas ocasiones, como grupo de culto. Temas como ‘Voces en la jungla’ o ‘Prisma de ágatas’ han quedado en la memoria colectiva de gran parte de vuestra generación, ¿Cómo puede ser esto posible con tan sólo un Ep publicado?
Fueron un Ep y un single, y también circulan las canciones que tocamos en directo en programas de televisión como Musical Express, La Edad de Oro, o en Don Domingo de RNE. Estas canciones tenían una alta densidad sonora (a pesar de la precariedad de los estudios de grabación que tuvimos) y eran una apuesta intensa y emocional que conquistaron muchos adeptos.
Después de Monaguillosh, algunos de tus compañeros siguieron vinculados a la música, aunque digamos que tímidamente. En tu caso, ¿Cuáles fueron tu siguientes pasos?
Durante un tiempo estuve componiendo sola, intenté formar un grupo y soñaba con hacer bandas sonoras para el cine. Mi timidez e inseguridad fueron superiores a mis fuerzas y terminé abandonando todo cuando, una vez terminada la carrera de Psicología, empecé a trabajar con un horario laboral de 9 a 6. Ahí se acabó la vida, digamos, bohemia.
Recientemente has sido incluida en la XVI edición de los Premios PopEye de Plasencia que gestiona Juan Pedro González Bonilla. Explícanos los detalles de tu participación en tan importante evento.
La proyección del documental “De un tiempo a esta parte”, del que soy guionista, directora y productora, ha formado parte de las actividades previas a la XIV Gala de entrega de Premios. Tuvo lugar en la librería La Puerta de Tannhauser de Plasencia, un lugar rico en actividades culturales, y al acabar me agradó que muchos jóvenes se acercaran a decirme que les había aportado una visión de la Movida que no conocían.
Da la impresión, después de ver el documental, que ‘De un tiempo libre a esta parte’ te deja con ganas de más. ¿Habrá segunda parte?
No me lo he planteado, de momento, porque el esfuerzo económico y personal no lo puedo emprender ahora. Estoy centrada en mi primera novela, un thriller psicológico, y en mi segundo libro de microrrelatos, buscando editorial. Me encantaría afrontar un nuevo reto audiovisual, pero tengo que cerrar estos “capítulos” que acabo de mencionar.
Gracias Beatriz por tu tiempo, y mucha suerte.